Una obra de arte
Autor: Meiram
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Un buen día, Antonio escuchó unos ayes angustiados de su esposa desde el baño:
- Antonio, ¡socorro, ayúdame, por favor!
Un buen día, Antonio escuchó unos ayes angustiados de su esposa desde el baño:
- Antonio, ¡socorro, ayúdame, por favor!
Cuál no sería su sorpresa al advertir que la mayor característica de su amada esposa era la causa de su desasosiego, puesto que había quedado atrapada en el asiento del inodoro sin posibilidad de liberarse.
Intentaron empujones, tirones, todo en vano. Contemplaron la posibilidad de serrar el asiento, o quemarlo con un soplete, pero, ante la cara de terror de su esposa, Antonio decidió pedir consejo a un experto.
Desatornilló el asiento del inodoro, colocaron un abrigo sobre los hombros de la mujer, que tapara el desaguisado, y se encaminaron a una fontanería.
Al llegar, Antonio retiró el abrigo y le mostró el problema al atónito empleado.
- ¿Qué le parece?
- Hombre, no está mal, pero tampoco es para ponerle un marco, digo yo…
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Últimos comentarios sobre este cuento
Nombre: Manuel Santos
Comentario: Zeva, uma criança inglesa de 3 anos, brincava com uma colorida tampa de sanita acabando por ficar com a cabeça presa na mesma (notÃcia publicada há dias na imprensa). Foi socorrida nos bombeiros que serraram a tampa enquanto a miúda via desenhos animados na TV para ficar quieta. Teve mais sorte do que a esposa do António, digo eu ...
Fecha: 2017-04-07 04:59:26
Nombre: Manuel Santos
Comentario: Conto simples com muito humor. O empregado da pichelaria devia ser premiado com um aumento de ordenado pelo seu patrão. Demonstrou ter um alto sentido artÃstico.
Manuel Santos
Porto - Portugal